Al hablar de problemas éticos "La vida y la muerte" es un tema amplísimo, es casi como poder decir problemas éticos de la medicina o hablar del bien y del mal, entonces hay que concentrarse en algunos de los problemas que por alguna razón uno ha estudiado o se ha preocupado en los últimos tiempos. Para mí uno de los mayores problemas de la Bioética, es la escasa comprensión que hay de este campo, sobre la naturaleza, las dimensiones, las posibilidades de este campo y a veces la falta de información de calidad que existe en este terreno. Dicho esto me voy a centrar en lo que ha planteado como un posible "derecho a la eutanasia". El término "derecho a morir" suele aparecer con dos acepciones como mínimo, una de ellas significa la potestad que asiste a los enfermos terminales de exigir a los médicos que se abstengan de iniciar o de continuar tratamientos a prolongarles la vida, es lo que se suele llamar eutanasia pasiva. La otra acepción del derecho a morir suele ser vista como la facultad de los enfermos terminales, de solicitar que el médico o un médico que ponga fin a sus vidas o les brinde ayuda para esto hasta el fin, la eutanasia voluntaria activa o de suicidio asistido según el caso.
El debate sobre estas dos acepciones parece haberse centrado en el estatuto jurídico y moral de un eventual derecho a la eutanasia discutiéndose su fundamentación, naturaleza jurídica, contenidos, límites, formas de ejercicios. Se han producido observaciones realmente densas en lo conceptual y ensayos de legislación, como por ejemplo en norte de Australia, en Holanda, en los Estados de Oregon (USA). En todos estos casos han habido más desilusiones que entusiasmo y han terminado en derogación y/o desaprobación. Estos fracasos probablemente no se deban a la falta de rigor de los autores, sino que a un enfoque equivocado.
El concepto de eutanasia pasiva es equivocado, y voy a intentar demostrarlo, el uso y el abuso de esta noción ha llenado de neblina el debate sobre la eutanasia y la aceptación de este concepto es errónea por parte del público y de los especialistas, además ha servido paradójicamente a los defensores de la eutanasia activa. Otra cuestión, es que hay que mirar las circunstancias que provocan la reivindicación de la eutanasia activa como derecho, para entender que hay que reenfocar el problema más bien viéndolo como una reclamación más, del trato inapropiado del que son objetos enfermos terminales en nuestra medicina moderna y entonces los esfuerzos deberían orientarse hacia un cambio sustancial en la manera de que las sociedades modernas tratan a los enfermos terminales.
Eutanasia es como todos los que la hemos leído, es una palabra de origen griego que etimológicamente significa Buena Muerte es EUTANATOS.
La práctica de la eutanasia no es una creación de nuestro tiempo, la liberación del dolor mediante la muerte ha sido conocida y practicada en numerosas culturas. La eutanasia tiene dos vertientes, una lega y otra médica: La vertiente Lega es el llamado homicidio por compasión, del cual hay numerosos ejemplos, uno de ellos esta en un libro de André Paré el cirujano militar del 1585, en donde en un relato de campaña dice "entré en un establo para alojamiento de mi caballo y me encontré con tres soldados que estaban arrimados a la pared con el rostro completamente desfigurado no veían, ni oían, ni hablaban y todavía les llameaban los vestigios por la pólvora que los había quemado, estando yo mirando con lastima, llegó un soldado viejo, el cual me pregunto si había modo de curarlos, respondí que no, al punto que el soldado viejo se acerco a ellos y los degolló sin enojo. Viendo yo tan gran crueldad le dije que era un mal hombre, me replico que rogaba a Dios que de hallarse él en tal coyuntura pudiese dar con alguien que hiciese por él otro tanto para no tener que agonizar miserablemente", es el homicidio por compasión. Hay muchísimos ejemplos a citar; José Reberte Coma, José Ingenieros, Luis Jiménez de Azúa tienen una serie de casos que relatan desde lo que era el despenador o sea el quitador de penas en el imperio de las plantaciones y que al que estaba mal herido se lo mataba, sea un humano herido, o un animal. Se le quitan las penas y se le mata cuando no hay nada más que hacer. Yo creo que esto interesa como referencia histórica, uno de los componentes esenciales de la eutanasia y por eso interesa mostrarla por razones conceptuales es que la compasión es el fundamento de la conducta de quien la efectúa, es alguien movido por compasión quien mata a otro, esto subsiste hasta hoy en día. La vertiente médica de la eutanasia por el contrario tiene a su vez dos tradiciones una clásica que es la hipocrática y una moderna que comienza en el renacimiento con Tomas Moro y con Francis Bacon, la primera de ellas es la corriente la tradición hipocrática se refiere más bien a no intervenir, en lo que suele denominarse erróneamente eutanasia pasiva, en tanto que la tradición renacentista ya lo ve como provocación de la muerte. La tradición clásica arranca con el juramento de Hipócrates y dice aquel, "no daré a nadie aunque me lo pida, ningún fármaco letal ni haré semejante sugerencia", con el Hipócrates preocupado de no intervenir cuando la medicina ya no tiene nada que ofrecer ante la enfermedad que considera incurable, está tradición hipocrática procura cuando la muerte es inminente e inevitable, evitar los nuevos sufrimientos que provocaría la intervención del médico. En el escrito hipocrático sobre la medicina puede leerse, "voy a definir lo que es en la medicina apartar por completo los padecimientos de los que están enfermos y mitigar los rigores de las enfermedades y no tratar a los ya dominados por las enfermedades conscientes que en tales casos no tiene poder la medicina". Estos principios están también en una novela que se llama "El desheredado", le hace decir al médico protagonista de ésta, lo siguiente: "si el paciente es curable procedemos a la medicación y no perdonamos medios para salvar al enfermo, pero si la enfermedad ha dominado ya y vencido al paciente nada hacemos, cumpliendo la antigua ley de los padres de la medicina según la cual no ha de tocarse al enfermo ya vencido por el mal, es decir la abstención de intervenir".
No hay comentarios:
Publicar un comentario